Soñando-Despierto

sábado, mayo 21, 2011

Del 14 de Abril al 15-M (o así que pasen 80 años)


“[…]son lo mejor de España, los únicos que de verdad, se han alzado, sin nada, contra el fascismo, contra los militares, contra los poderosos, por la sola Justicia; cada uno a su modo, a su manera, como han podido, sin que les importara su comodidad, su familia, su dinero.”
Max Aub, Campo de Almendros


Un hilo rojo de justicia social recorre la historia de España (tan parecida siempre a sí misma), de catorce de Abril (1931) a 15 de Mayo (2011) y con epicentro en la Puerta del Sol de Madrid, rompeolas de todas las Españas. Los demócratas republicanos de entonces, que triunfaron sobre la reacción y la corrupción de la dictadura monárquica borbónica, verían con orgullo cómo ahora sus nietos toman el testigo del pueblo español humilde y honrado al que no le queda casi nada más que perder que sus cadenas.

Hoy, como entonces, el pueblo digno se levanta sin más armas que sus manos desnudas contra los espantosos y patéticos caciques de la Banca, de las multinacionales, del bipartidismo, del ejército y de la corona. Con voz clara y mirada limpia denuncian a los canallas por lo que éstos son, auténticos miserables ya que generan su riqueza particular a costa de sumir al pueblo en la miseria colectiva y en la dictadura más caradura: la de los mercados.

Y es que hemos sufrido hasta decir ¡Basta!, hasta decirles a los ladrones que pretendían apropiarse y destruir nuestras vidas que no nos da la gana someternos un día más, hasta decir a unos jueces que dictan resoluciones injustas a sabiendas o a un Estado que es cada vez más antidemocrático y violento que no nos dejan otro camino que la desobediencia cívica para empezar a construir de nuevo nuestra Libertad con nuestros propios valores enraizados en la ética de los Derechos Humanos y para apropiarnos de aquello a lo que más derecho tenemos, nuestras propias vidas.

Los llaman y nos llaman los indignados y el apelativo es exacto, porque somos hombres que buscan la manera de recuperar la dignidad, ejerciendo ante todo la libertad de decir NO, porque sabemos que la libertad no nos hará necesariamente felices pero la necesitamos para ser simplemente hombres. Nos sentimos engañados y abusados por minorías de hombres despiadados, enfermos por su ansia de poder y riquezas hasta el punto de destruir los derechos fundamentales de los demás y despojarles de los medios más básicos para una vida digna. Nos sentimos maltratados y alienados por un sistema antihumano que nos llama anti-sistema pero que en realidad es anti-nosotros porque nos convierte en ovejas consumidoras-productoras y en piezas sin voz ni voluntad de una maquinaria de acumulación de capital y de destrucción del trabajo. No queremos cambiar un gobierno por su clon, ni la tiranía de ZP por la de Rajoy (donde el botín es siempre para los mismos), no es eso: queremos cambiar al sistema entero, exigimos la democracia real ya, en la política y sobre todo en la economía, y para nosotros democracia es libertad, es igualdad y es fraternidad.

Hemos decidido encauzar ya nuestra indignación hacia la acción conjunta, colectiva, unidos. Espontáneamente en todo el país la gente se ha apropiado de lo que le pertenece, el espacio público y común, ha ocupado la calle sin miedo y con alegría creadora y fundante porque ya era hora, la suya. Anuncian y van a fundar algo nuevo y los que tienen que tener miedo son los viejos capitalistas y neoconservadores que se aferran al viejo poder, los políticos de los dos partidos-tapón que se niegan a reformar el sistema electoral, los rancios defensores de la tradición que imponen una casta familiar en la jefatura del Estado de la cuna a la tumba… porque todos ellos van a ser barridos para siempre a las cloacas de la Historia. El capitalismo ya no nos engaña con su propaganda porque no es más que una monstruosidad generadora de pobreza, que debemos destruir antes de que nos destruya a todos y a nuestro mundo.

La gente está descubriendo muchas cosas: está descubriendo su auténtico poder, su legitimidad y la fuente de sus derechos en su propia dignidad, su inteligencia colectiva, su sentido del humor, su capacidad de crear y poner verdadero orden atacando el caos actual y también su bondad que surge de forma natural y se potencia en el apoyo mutuo, en la mutua defensa de los débiles frente a los poderosos cambiando el falso equilibrio de poder, en la organización de la resistencia activa y en la preparación de la ofensiva democrática. La gente está descubriendo que ellos son los auténticos sujetos que pueden y deben protagonizar la Historia, que ellos tienen la voz de la verdad que nadie podrá callar, que ellos y nadie más son la nación, ellos el Estado, ellos la democracia, ellos el soberano.

Y pronto descubrirán que no necesitarán gobiernos ni bancos porque ellos son capaces de auto-gobernarse y se pueden prestar o regalar lo necesario, no necesitarán empresas ni amos porque la riqueza que ellos crean sólo a ellos debe pertenecer, no necesitarán el miedo al fuerte porque fuertes serán ellos, no necesitarán nada porque lo tendrán todo cuando se tengan a sí mismos. Por el contrario están descubriendo que para vencer en esta batalla de la dignidad y la democracia sólo necesitan una cosa realmente: se necesitan los unos a los otros.

¡Bienvenidos indignados, porque del 14 de Abril al 15 de Mayo, la historia es vuestra! ¡Sois los nuestros, somos vuestros! ¡Amanezca el mundo de “Nosotros” y muera el mundo de “Yo”!

P.D.: Actualizo a 16 de Mayo de 2020 este artículo publicado el 21 de Mayo de 2011 con este enlace al artículo de mi maestro que nos ha dejado hoy, Julio Anguita, y que publicó el 18 de Mayo de 2011:

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