Soñando-Despierto

domingo, noviembre 01, 2009

Vuestra riqueza es nuestra miseria (o como el egoísmo de la minoría causa el retraso de la mayoría)


El terrible y dolorosísimo retraso social de España tiene su causa fundamental en el poder descarado de las clases privilegiadas y conservadoras, en el absolutismo de las derechas. Ese retraso equivale al despojamiento y expolio continuado y deliberado a que los señoritos del país someten a los humildes. Su riqueza se nutre de la miseria de las masas. Estos grandes ricos son los grandes egoístas, creadores por excelencia de la Pobreza. Esta monstruosidad, que socialmente calificamos de retraso social, no es un efecto secundario no deseado por las clases dominantes, no, sino que está en la raíz misma de su fétida voluntad el causar el mal a quienes consideran y necesitan que sean inferiores. Los poderes fácticos (el gran empresariado, la corona, la iglesia, la banca, el ejército) siguen torturando a los desprotegidos, humillando la dignidad y anulando la voluntad de los ciudadanos y los pueblos. Estas aves carroñeras, se complacen en causar mayor daño a los más débiles, en particular a las mujeres, los jóvenes, los niños, los ancianos. Para ellos es fundamental que nada cambie, nada que pueda debilitar su expolio y robo de la riqueza nacional y su capacidad de oprimir a la mayoría.

Fundamental para su propósito es la destrucción de todo vestigio de la memoria histórica de la etapa crucial en que sus privilegios se vieron realmente cuestionados por millones de siervos que eligieron con valentía ser ciudadanos de una República de hombres libres e iguales. Como dice Max Aub, la clase obrera fueron los únicos que de verdad, se alzaron, sin nada, contra el fascismo, contra los militares, contra los poderosos, por la sola Justicia; cada uno a su modo, a su manera, como pudieron, sin que les importara su comodidad, su familia, su dinero. Pero a sangre y fuego, determinados a exterminar a medio país si ello era necesario, los reaccionarios impusieron una dictadura de clase de carácter fascista y un proceso posterior para preservar su poder que casi nada tiene de democrático que tiene en la Monarquía su máxima garantía (actúa como el auténtico tapón que impide la eclosión de las libertades y derechos de una democracia radical y auténtica).

Pero ilustremos estas afirmaciones con algunos datos. El gasto social en España como el gasto público y como la presión fiscal no han dejado de bajar desde 1993 con los gobiernos del PPSOE (especialmente bajaron los impuestos directos beneficiando una vez mas a los mas ricos). De hecho, son inferiores en muchos puntos a la media de la UE, donde el gasto social aumentó a un ritmo mucho mayor y donde quedamos una vez más a la cola en desarrollo humano. Gravísimo error, pues como reconocen entidades tan poco sospechosas de socialismo como The Economist o la Reserva Federal, cada dólar de incremento en gasto público triplica en efectos beneficiosos para la economía a cada dólar en recorte de impuestos (Merkel misma empieza a desdecirse ya de sus intenciones de recortar impuestos). En Reino Unido, la Tercera Vía de Blair condujo a tener uno de los estados del Bienestar menos desarrollados de la UE, con los gastos más bajos en sanidad y educación. La consecuencia, al contrario de lo que nos querían vender los neoliberales, fue una de las tasas más bajas de creación de empleo, al tiempo que pasó a ser uno de los países con menor movilidad social (ascender a una clase social superior en renta) y con mayor pobreza de niños y pensionistas. Suecia, con el mayor gasto social por habitante de la UE, viene teniendo en cambio las tasas más bajas de desempleo de la OCDE, inferiores desde luego a las de los EEUU.

Para acabar pues con el retraso social, es imperativo avanzar a paso de gigante en la línea que ya vislumbró la Segunda República, para que la mayoría desposeída consiga el poder de clase al que tiene todo el derecho. Simultáneamente, conquistar el poder de género para las mujeres que destruya el patriarcado es un objetivo irrenunciable. Se hace necesaria una pedagogía de empoderamiento de las masas, que rompa con las lógicas (des)educativas imperantes donde se pretende convencer a los niños de que las injusticias y desigualdades son naturales, que el mercado-competitividad es la solución a todas las cosas, inculcando en sus mentes valores despreciables de sumisión al orden establecido. La educación en libertad es la llave para romper con las cadenas. Y por lo demás, dejar que se agite lo mejor de nuestros anhelos democráticos, socavando y subvirtiendo incansablemente este desorden que no podemos aceptar, acumulando presión social hasta que salte... el tapón.